Seguidores

Vistas de página en total

viernes, 28 de junio de 2013

Propuestas bajo cero.

¡Hola pequeñas, pequeños! (pero demasiado grandes para mí)
Sí, esto va para vosotros. Tengo propuestas que contaros (y ya sé que esto rompe toda la linealidad del blog), pero quiero saber si cuento con vuestro apoyo.

Propuesta número 1

Con razón de que tengo mi canal de YouTube abandonado (por no decir abandonadísimo) he pensado en acompañar las entradas de algún que otro vídeo en los que narre las entradas y con vídeos algunos más narrativos que otros (otros más triviales). Otra forma de ver las historias, algo nuevo.

Propuesta número 2

Sin ninguna razón y cuando termine los exámenes de la universidad (allá por el 13 de julio), quiero hacer una jornada intensiva bajo cero. Algo así como unos 7 días de subidas al blog (una cada día) y titularlo como #7DíasBajoCero. Me gustaría que os pusierais de acuerdo en el día de empezar la jornada (que sea a partir del 13 de julio) y me encantaría que lo difundierais lo más posible. Algo como comentar, tuitear con el hashtag #7DíasBajoCero y esas cosas inútiles pero que hacen una ilusión enorme.

POR FAVOR, OS PIDO COLABORACIÓN. COMENTAD (AUNQUE SEA EN ANÓNIMO) Y DECIDME CÓMO VEIS LAS DOS PROPUESTAS, EL DÍA QUE QUERÉIS QUE EMPIECE ESTO Y SI QUERÉIS FORMAR PARTE DE ESTE PROYECTILLO.

EN TAL CASO, OS IRÉ INFORMANDO DE MIS IDEAS PARA LOS 7 DÍAS BAJO CERO.

COMENTAD, DIFUNDID Y AGARRAOS QUE VIENEN CURVAS.

Yo, mientras, os espero escribiendo. El libro está en ello, necesito buscar editoriales, y va avanzando poco a poco.

Gracias.

miércoles, 12 de junio de 2013

Y otra vez tu sonrisa jodiéndome los planes.

Oigo el ruido de tu coche y bajo a tu portal. Te digo 'adiós'. Y ya nunca más vuelve a sonar nuestra canción. Ni siquiera se cuela un día de lluvia en la lista de antiguos éxitos de la radio. Y para éxito nuestra despedida. Nos sacrificamos por nuestras heridas. Diciembre, el frío y el invierno eran preciosos cuando llegabas. Y qué bonito era verte marchar. Y el verano sin ti era polar.


Luego subo y apago la vela que esperaba iluminarnos. Y la cena para dos se queda a oscuras y se acaba enfriando. Y el tocadiscos se queda atascado en nuestra canción, que no quiere sonar.



Y, perdóname, si espero escuchar tu voz cada vez que vuelvo a oír un coche acercarse. Siempre muero de sobredosis de emociones que incluyen echarte de menos y mirarme al espejo sin encontrarte al lado. Mi cama se ha convertido en un cementerio de un idiota que creyó en el amor. Y ahora solo quedan huesos. Y polvo. Que para polvos los que echamos sin saber que nos convertiríamos en lo mismo que estábamos haciendo. Cómo una palabra puede significar lo mejor y lo peor de la vida... Polvo: sexo y muerte.



Me acuerdo de nuestro banco en el parque, de nuestro sitio en aquel bar de la esquina. De nuestros domingos que disfrazábamos de sábados. De nuestra canción sonando a todas horas en la radio. Y tú cuando la ponías a tope en el coche. Me acuerdo de un día que salió gris y nosotros fuimos a joderle los planes a la lluvia. ''Vamos a salpicar al mundo'' dijiste. Me acuerdo de todas tus maneras de enredarte entre las cuerdas de mi guitarra o cómo tu voz sonaba mejor que el fa sostenido menor de mi piano. Me acuerdo de cómo te dejabas llevar, y empezabas a ser poesía escondida en una cama. Me acuerdo del olor de tu pelo por la mañana. De cómo dibujabas en el vaho del cristal de la ducha y cómo volabas por la ventana los lunes por la mañana diciendo que hoy era el mejor día de la semana porque significaba que habíamos sobrevivido otra. Me acuerdo del fotomatón que nos vio besarnos y hacer los idiotas sacándole la lengua a la pequeña cámara. Me acuerdo de tu número de teléfono y de aquel lunar debajo de tu ombligo. Y de aquel sitio secreto de tu cuerpo que te hacía reír como nadie. Me acuerdo de tu forma de buscarme las cosquillas sabiendo que no tenía y que pocas cosas me hacían morir de la risa. Y que tú eras una de ellas.


¿Te acuerdas cuando me decías que ibas a estar siempre a mi lado?


Mentías.