El invierno siempre llega
para congelarlo todo.
Corazones, primaveras,
el otoño es solo una premisa
del frío que vamos a pasar.
Tú y yo.
Otra vez bajo cero,
otra vez miradas perdidas,
chaquetas con la cremallera
hasta arriba.
Y hasta arriba también volcamos
nuestros vasos.
Colocados sin permiso,
andando por el mundo como
uno más,
queriendo ser uno menos.
Inventando ciudades donde
vivir historias que soñamos,
porque donde vivimos no hay
otros lugares donde soñar
que no sean tus piernas.
Creándonos a partir de
inseguridades, de planes
de futuro, aunque siga
estancado en un pasado
en el que sólo estabas tú.
Y aún sigo pasando
todos los días por
los mismo sitios,
por las mismas puertas,
por el mismo camino
hasta llegar a casa.
Sigo comprándome
el café en el bar de la
esquina. Y en la esquina
sigo fumándome el
cigarro después de clase.
Sigo escuchando
el mismo grupo
que me recomendaste,
sigo leyendo a Hemingway,
aunque París
ya no sea una fiesta.
Sigo sin creer en Dios,
porque cuando madrugo
no está para ayudarme.
Sigo despertándome
en mi cama, y
sigo durmiendo
(aunque cada vez menos).
Ya lo sabes.
Todo sigue igual.
El mundo sigue girando.
Lo único es que tú no estás.
¿A que no sabes dónde he vuelto hoy?
Me encantaría saber el nombre de las tres piezas que suenan acorde con tu blog, porfa!
ResponderEliminarPues las acabo de cambiar! Las busco esta noche!
EliminarTe lo agradecería jej :)
EliminarEs impresionante como cada uno de tus textos puede llegarme a recordar todo aquello que creía olvidado. Me resulta fascinante sentirme tan identificada. Es como aquello que sientes y te llena, es como describir lo que sientes cuando tu eres incapaz. Y aunque nada nos una, aunque yo sea una loca más enamorada; gracias, gracias por escribir de esa forma, por hacerme sentir en cada frase aquello que llaman magia. Gracias por alegrarme un poquito más con tus textos. Y gracias de nuevo, por todo aquello que nadie sabe y con tus textos logro recordar.
ResponderEliminarImpresionante, como siempre. De esos textos que te ponen la piel de gallina cuando sientes que, después de todo, no lo olvidaste de todo. Y no has dejado de pensar en él. Tu corazón late cuando lee tu entrada de la misma que lo hacía cuando él estaba. Y que él, se fue, pero sus recuerdos vuelven con cada entrada que escribes. Y que aunque duela un poco, es bonito volver a sentir por unos momentos lo que una vez te hizo feliz. Gracias por cada entrada. De @VeroBicand
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